ESTATINAS PELIGROSAS PARA LA SALUD DE LOS HOMBRES.



CÓMO UN TRUCO DE ESTADÍSTICA CREÓ LA IMPRESIÓN FALSA DE QUE LAS ESTATINAS SIRVEN Y NO HACEN DAÑO, EN LA PREVENCIÓN PRIMARIA Y EN LA PREVENCIÓN SECUNDARIA CONTRA LAS ENFERMEDADES DEL CORAZÓN Y DE LA CIRCULACIÓN

Viernes, 6 de Marzo de 2 015


1.     RESUMEN

Los autores de ese análisis han hecho un examen crítico de las investigación sobre la disminución de las concentraciones de colesterol, con estatinas, para que los riesgos para enfermedades del corazón y de la circulación disminuyan. Les ha parecido que, aunque las concentraciones de colesterol disminuyen harto con las estatinas, los desenlaces de las enfermedades del corazón y de la circulación no han mejorado notablemente. Han descrito un método engañoso que los hinchas de las estatinas han desplegado para crear una impresión falsa, es decir, que, si la cantidad de colesterol disminuye, los desenlaces de las enfermedades de los corazones disminuirán en forma impresionante, a través de un método para estadística llamado "disminución de riesgo relativo" y que, con ese método, han ampliado los efectos saludables posibles de las estatinas, que, en realidad, son despreciables. Han descrito, también, cómo los directores de unos ensayos clínicos han logrado ocultar la magnitud de un montón de efectos perjudiciales de los tratamientos con estatinas.


2.     UN CIENTÍFICO DE LA UNIVERSIDAD DEL SUR DE FLORIDA DIJO QUE HAN EXAGERADO LA SEGURIDAD Y LA EFICACIA PARA SALVAR VIDAS, DE LAS ESTATINAS

Los hinchas de las estatinas han forjado la apariencia de que los fármacos usados para que la cantidad de colesterol disminuya son medicamentos milagrosos, gracias a los cuales las frecuencias de las consecuencias de las enfermedades del corazón y de la circulación han disminuido, porque han usado una herramienta para estadística llamada "disminución de riesgo relativo" y, con ese truco, han ampliado los efectos rescatables minúsculos de las estatinas.

Cuando las estatinas aparecieron en el mercado, hace más que veinte años, las aclamaron como unas drogas milagrosas. David M. Diamond, catedrático de psicología, farmacología molecular y fisiología, en la Universidad Del Sur De Florida y Uffe Ravnskov, investigador independiente y experto en colesterol y enfermedades del corazón y de la circulación, dijeron que esos medicamentos, que recetan para evitar infartos de miocardio, no son tan útiles ni están exentos de daños, como han llevado a que creamos cosas tales.

Según David Diamond Y Uffe Ravnskov, las estatinas provocan una disminución intensa de la cantidad de colesterol (en sangre), pero "no han servido para que la salud del corazón mejore mucho". Ellos sostuvieron, además, que, en los tantos estudios en los que alabaron la utilidad de las estatinas, no sólo omitieron informar sobre los tantos efectos dañinos graves de esos fármacos, sino que quienes apoyan al empleo de las estatinas han usado lo que esos autores refieren como "engaño a través de estadística" y han logrado, así, que los beneficios supuestos de esos medicamentos aparezcan como muy grandes.




Su análisis acerca de las declaraciones superlativas respecto a la capacidad de las estatinas para evitar accidentes vasculares cerebrales, infartos de corazones y muertes atribuibles a enfermedades cardiacas, en escala grande, apareció en la revista "Expert Review Of Clinical Pharmacology".

En dicho artículo, han analizado los datos de los ensayos sobre estatinas y han llegado a la conclusión: "quienes preconizan los efectos deseables de las estatinas han usado estadística engañosa y han fabricado la ilusión en que las estatinas son "una maravilla", cuando la realidad cruda y dura es que sus efectos peligrosos superan mucho a sus beneficios escasos".

Han descrito, también, en tal artículo, que la base de ese engaño es cómo los autores de los estudios sobre las estatinas han presentado las frecuencias de sus efectos deseables y las frecuencias de sus efectos indeseables. Llaman "riesgo absoluto" al efecto de un medicamento sobre una población y han hallado que las estatinas harían bien a sólo uno por ciento de la población. Eso quiere decir que sólo una de cada cien personas que estén tomando estatinas tendrá un infarto de miocardio menos. Pero los investigadores de las estatinas no han presentado ese efecto en sólo uno por ciento, al público. Ellos han transformado, más bien, a ese uno por ciento, con otra forma de estadística llamada "riesgo relativo" y, así, han fraguado la apariencia de que las estatinas harían bien a treinta por ciento a cincuenta por ciento de la población.

Presentaron ejemplos del agrandamiento de los efectos benéficos de los tratamientos con estatinas, en su análisis de un subconjunto de estudios sobre estatinas, como Ensayo JUPITER (Crestor), un segmento sobre la disminución de las grasas, del Ensayo Anglo Escandinavo Sobre Desenlaces De Las Enfermedades Cardiacas (ASCOT-LLA) y el Estudio Británico Sobre Protección Al Corazón.

David Diamond y Uffe Ravnskov dijeron: "en el ensayo JUPITER, informaron al público y a los médicos que la incidencia de ataques cardiacos había disminuido en cincuenta y cuatro por ciento, cuando el efecto verdadero sobre los daños a las arterias coronarias fue menor que un punto del porcentaje. En el estudio sobre disminución de lípidos, del Ensayo Anglo Escandinavo, que lo terminaron antes que lo previsto, porque supusieron que sus resultados fueron asombrosos, tres por ciento de infartos de miocardios y de muertes hubo en el grupo sometido a placebo (sin tratamiento) y 1.9% de infartos de miocardios y de muertes hubo en el grupo sometido a atorvastatina (Lipitor). La mejora con tratamiento con atorvastatina fue sólo 1.1 puntos del porcentaje, pero, cuando presentaron ese estudio a la opinión, en las propagandas, mostraban la estadística inflada ("disminución del riesgo relativo"), con la que transformaron a ese 1.1 del porcentaje de efecto, en una disminución de treinta y seis por ciento del riesgo para ataques a corazones".

Según esos autores: "las declaraciones infladas acerca de los efectos útiles y la disimulación de los efectos perjudiciales de las estatinas han desempeñado una función importante en el entusiasmo de los profesionales de la salud y de todas las personas por esas drogas que hacen que la cantidad de colesterol disminuya. Los efectos dañinos que las personas que consumen estatinas padecen son más frecuentes que los que informan en los medios para comunicación y en las conferencias sobre medicina. Las frecuencias aumentadas de cánceres, cataratas, tipo dos de diabetes mellitus, deterioro de las facultades mentales y trastornos de los músculos superan, con creces, a los beneficios escasos del tratamiento con estatinas, sobre el corazón y la circulación".

Esos autores han recalcado que las concentraciones menores de colesterol que las estatinas provocan se han asociado, a menudo, con riesgos mayores para algunos cánceres. Ellos han señalado, también, que casi todos los ensayos sobre estatinas se han terminado en dos a cinco años, un período demasiado corto para apreciar si algún cáncer aparece, pero, en algunos estudios, han visto que las incidencias de algunos cánceres habían aumentado, en las personas quienes tomaban estatinas y hallaron, en un estudio que duró muchos años, que la incidencia de cánceres de mamas había aumentado enormemente, en unas mujeres quienes habían estado consumiendo estatinas durante más que diez años.








Ellos destacaron que el público necesita enterarse acerca de los intereses que hay entre algunos médicos y los fabricantes de fármacos, cuando alaban a los beneficios de las estatinas y fraguan los datos, en forma que hacen que creamos que esas drogas son más efectivas que lo que son, en realidad, para que los riesgos para enfermedades del corazón y para infartos de miocardio disminuyan.

Ese artículo de David Diamond y Uffe Ravnskov tiene una importancia capital, en este momento, ya que han informado, desde Gran Bretaña, que unos representantes de colegios de médicos y de investigadores, incluyendo a Fiona Godlee, editora principal de la revista "The British Medical Journal" y Sarah Wollaston, directora de una Comisión Para Salud, de Inglaterra, han pedido a los capos de las fábricas de medicamentos que presenten todos los registros de los efectos dañinos de las estatinas, que ellos han ocultado, de sus ensayos clínicos.

Los autores del artículo que repasamos dijeron: "nos gustaría que otras revistas sobre medicina apoyaran a esa norma que los directores de la revista "The British Medical Journal" presentaron, en la que declararon: "los autores de artículos para formación de clínicos no deben mantener ningún lazo económico con los fabricantes de drogas"

Esos autores han preconizado otros métodos que hacen bien a la salud y que todos sabemos que ayudan para que los riesgos para enfermedades del corazón disminuyan, como dejar de fumar, enflaquecer un poco, aumentar la cantidad y la frecuencia de actividades físicas, como caminar y hacer más ejercicios físicos, disminuir los factores alarmantes. Han destacado, además, que, si la cantidad de hidratos de carbono que las comidas tienen disminuyera y, si la cantidad de comida que comemos disminuyera, también, esos dos hechos tendrían un valor enorme, porque todos los indicadores de riesgos para enfermedades del corazón y de la circulación disminuyen y los resultados últimos son excelentes, sobre todo, en personas con tipo dos de diabetes mellitus.

Ese artículo, de David Diamond y Uffe Ravnskov, termina con la frase discreta: "a las personas les atre mucho una tableta, si les promete que vivirán más tiempo y que vivirán sin ataques cardiacos, Por desgracia, la realidad neta es que el valor, para la salud, de las estatinas, sobre el corazón y sobre la circulación es despreciable y que las estatinas provocan más daños muchísimo más peligrosos que lo que sabemos".


3.     REFERENCIA




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