AYUDA PARA LA REGENERACIÓN DE LA MÉDULA ESPINAL


REGENERACIÓN DE AXONES - LA ADMINISTRACIÓN SISTÉMICA DE EPOTILONA B PROMUEVE LA REGENERACIÓN DE LOS AXONES DESPUÉS DE QUE LA MÉDULA ESPINAL SE LESIONA

Jueves, 12 de Marzo de 1015


1. RESUMEN


Cuando el sistema nervioso central se lastima, en el lugar de la lesión, cicatrices y factores inhibidores de la regeneración se forman y los axones no pueden seguir creciendo, no pueden regenerarse.

      Si lograran que los microtúbulos se mantengan firmes, la formación de cicatrices disminuiría y los axones podrían regenerarse mejor, aunque nadie sabe cómo esos dos mecanismos funcionan.

     En ese estudio, que apareció hoy, Jueves, 12 de Marzo de 2015, los investigadores inyectaron epotilona B, una molécula que estabiliza a los micrótubulos y que penetra bien a través de la barrera hemato encefálica y, gracias a eso, la cicatrización disminuyó, en unas lesiones de médulas espinales de ratones, ya que epotilona B impide que los fibroblastos que provocan cicatrización se polaricen y que emigren a la región lastimada.




     Por otra parte, la polarización de las neuronas aumentó con epotilona B, porque ese fármaco permitió que los microtúbulos se polimerizaran en las puntas de los axones y los axones pudieron crecer a través de un ambiente hostil.

      En conjunto, la regeneración de los axones y los movimientos de esos ratones mejoraron con el empleo de epotilona B, después de que sus médulas se lastimaron..

     Acaban de aprobar el empleo de epotilona B y, por tanto, contamos con ese medicamento, como promesa para emplearlo cuando haya lesiones en el sistema nervioso central.


2. IMPULSO PARA LA REGENERACIÓN DE LA MÉDULA ESPINAL

Cuando la médula espinal se daña, no suele reparase, porque sus neuronas lastimadas no se regeneran, a menudo. Se forman cicatrices y las reacciones de las moléculas que hay dentro de esas neuronas impiden que sus axones vuelvan a crecer. Unos investigadores, de varios países, dirigidos por unos científicos de "Centro Para Investigaciones Sobre El Sistema Nervioso", de Alemania, con sede en Bonn, informaron, en la revista "Science Magazine", en Jueves, 12 de Marzo de 2015, que un auxilio está en camino, quizás, desde un centro para operaciones inesperado: hallaron, cuando estudiaban a unos animales, que el medicamento epotilona B impedía la formación de cicatrices, en las médulas espinales lastimadas y estimulaba al crecimiento de las neuronas dañadas. Gracias a esas dos acciones, las neuronas se regeneraban y esos animales podían andar mejor.




Las neuronas son conductores parecidos a alambres, que reciben y mandan señas en forma de impulsos eléctricos. Si sufren algún accidente o alguna enfermedad, esa conducción se deteriora. Que las neuronas dañadas puedan o no puedan regenerarse dependerá, en gran parte, de sus ubicaciones: por ejemplo, las neuronas de la espalda, de la nariz y de los miembros pueden regenerarse un poco y volver a funcionar, más o menos.

Por lo contrario, las neuronas del cerebro y de la médula espinal no pueden regenerarse muy bien. Si un accidente o una enfermedad dañan a esas neuronas, es probable que una persona sufra parálisis u otras discapacidades. Pero ¿por qué esas neuronas y sus axones tan largos no se regeneran?. Sabemos, ya, que unos factores inhibidores, que se forman en las cicatrices y otros efectos, dentro de las neuronas mismas, impiden que esos axones vuelvan a crecer.


3. A LA PESCA DE UN TRATAMIENTO ADECUADO

Frank Bradke, un catedrático que dirige al grupo para trabajo del Centro Para Investigaciones Sobre El Sistema Nervioso, en Bonn y quien condujo ese estudio, dijo: "el tratamiento ideal para que la médula espinal se regenere, luego de una lesión, sería uno que evitara que unas cicatrices se formaran. Además, es importante que ataje a los factores que evitan que los axones vuelvan a crecer, mientras que ayude para que la capacidad de regeneración de esos axones vuelva a manifestarse". Es, también, esencial, que tal medicamento pueda administrarse correctamente, para que pueda aplicarse en la práctica.




Frank Bradke y su equipo, con la colaboración de muchos investigadores de muchos otros países, han podido, ahora, dar un paso hacia la creación de un tratamiento. Después de que habían hecho otras investigaciones, ya sabían que, si los microtúbulos se desarmaran, la formación de las cicatrices se frenaría y el crecimiento de los axones se estimularía. Los microtúbulos son filamentos largos, como tubos, que existen dentro de todas las células y pueden alargarse y achicarse dinámicamente. Forman parte del esqueleto de una célula, que controla, también, al crecimiento y al movimiento de esa célula.

La substancia llamada epotilona B puede estabilizar a los microtúbulos y su venta está permitida, ya, como tratamiento contra algunos tipos de cánceres. Jörg Ruschel, autor principal de ese estudio, dijo:  "todo depende de la dosis. Si das dosis grandes, las células de esos cánceres no se reproducirán, pero hemos visto que, si damos dosis más pequeñas, estimularemos a los axones de esos animales para que crezcan y no habrá efectos indeseables graves que las dosis grandes que se usan contra esos cánceres pueden causar". Epotilona B es mucho mejor que muchos otros medicamentos que usamos contra cánceres y estabilizan, también, a los microtúbulos, ya que puede penetrar a través de la barrera hemato encefálica y llegar hasta el sistema nervioso central y puede, por tanto, llegar, directamente, hasta los axones dañados.


4. UNA SUBSTANCIA - MUCHOS EFECTOS

En los experimentos que hicieron, vieron que epotilona B obra en muchas partes. El tamaño de una cicatriz deja de aumentar, porque epotilona B evita que los microtúbulos se armen en las células que producen cicatriz. Esos fibroblastos no podrán migrar, entonces, hasta la herida de la médula espinal ni causar fibrosis de esa herida. En el mismo tiempo, epotilona B alienta al crecimiento y a la regeneración de las neuronas, porque estimula a los microtúbulos de esas neuronas, para que crezcan, desde los muñones de los axones dañados.

En resumen: epotilona B es capaz, a través del mismo efecto, es decir, la estabilización de los microtúbulos, de impedir que los fibroblastos, que forman cicatrices, se muevan, mientras estimula al crecimiento activo de los axones de las neuronas dañadas. Los animales tratados con epotilona B, después de que sus médulas espinales se lastimaron, caminaban mejor, porque su equilibrio y su coordinación mejoraron. Frank Bradke y sus colaboradores han planeado que probarán el efecto de epotilona B en varios tipos de lesiones.


5. REFERENCIA







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