Efectos De Marijuana



LA CAPACIDAD INTELECTUAL SE DETERIORA, EN MANERA IRREVERSIBLE, CON EL CONSUMO DE MARIJUANA

POR GEORGINA ELUSTONDO.

Lunes, 5 de Marzo de 2018


Muchos consumidores de marijuana defienden su uso, con el pretexto de que es "inocua" y "natural". Ninguna substancia psicoactiva es inocua. Y el porro tiene efectos sobre el cuerpo y sobre la mente. Lo que es importante que sepas para cuidarte y cuidar.

Se ha instalado y ha crecido, bajo el amparo de discursos que aseguran que la marijuana es inocua. Se dice, de la marijuana, que no genera adicción, que es menos tóxica que el tabaco y que hasta puede resultar beneficiosa, en algunas circunstancias. Tres "MITOS" que gozan de una controvertida aceptación social y que la ciencia médica refuta a rajatabla. Miembros de "Secretaría De Programación Para La Prevención De La Adicción Y La Lucha Contra El Tráfico De Drogas" señalaron: “nada más alejado de la realidad”, cuando difundieron que uno de cada cuatro pacientes en tratamiento en centros dependientes del organismo está siendo rehabilitado por adicción a la marijuana. Pues bien: en una investigación flamante, realizada en Nueva Zelanda, aseguraron que su uso persistente, sobre todo, en adolescentes, deteriora, apreciablemente y en forma irreversible, las funciones cerebrales.

Esa investigación es una de las más amplias que se han llevado a cabo sobre los efectos de la marijuana en el cerebro. Los científicos siguieron, durante más que veinte años, a un grupo de mil jóvenes y encontraron que quienes habían comenzado a usar marijuana, antes de que cumplieran dieciocho años -cuando sus cerebros estaban, aún, desarrollándose- mostraban una reducción “notable” de sus coeficientes intelectuales.

Según los autores de un estudio, los coeficientes intelectuales de quienes empiezan a consumir marijuana, antes de que tengan diez y ocho años de edad, muestran una reducción “notable”.

Un equipo de investigadores, dirigido por la profesora Madeline Meier, de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos, analizó el efecto del uso de marijuana en varias funciones del sistema nervioso y de la mente, de mil treinta y siete personas nacidas entre 1972 y 1973. Los científicos siguieron a los participantes, hasta que cumplieron treinta y ocho años, a quienes realizaron entrevistas y estudios periódicos. Tuvieron en cuenta factores como dependencia por alcohol y/o por tabaco, uso de otras drogas y grados de instrucción.

Cuando examinaron a todos esos casos, encontraron que los participantes que habían usado marijuana, asiduamente, mostraban un “deterioro extendido” en varias áreas de sus cerebros y de sus psiques, como facultades mentales, atención y memoria.

Los coeficientes intelectuales de quienes habían usado esa droga, cuatro veces por semana, por lo menos y año tras año, durante su adolescencia, sus veinte años y, en algunos casos, sus treinta años, habían mermado. Los autores de ese estudio concluyeron en que la relación es inapelable: cuanto más fumaba una persona, su coeficiente intelectual disminuía más.

El daño y la disminución de coeficiente intelectual que el consumo asiduo de marijuana produce son irreversibles.

Uno de los hechos más importantes de ese estudio fue que demostraron que el daño era irreversible. Cuando dejaron de consumir o disminuyeron la cantidad que consumían, no lograron restaurar completamente esa mengua de sus coeficientes intelectuales. Es decir, los efectos neurotóxicos son clarísimos y el daño es permanente.

Ese estudio fue publicado en la revista "Proceedings Of The National Academy of Sciences Of The United States Of America (PNAS)". Robin Murray, profesor de psiquiatría del King’s College de Londres, explicó que el estudio es “una investigación extraordinaria. Es, probablemente, el grupo de personas que ha sido más intensamente estudiado en el mundo y, por lo tanto, los datos son muy buenos. Hay muchos informes anecdóticos de que los consumidores de marijuana tienden a ser menos exitosos en sus desempeños en los colegios, matrimonios y ocupaciones. Este estudio ofrece una explicación de por qué puede ocurrir”.

1. LA MARIJUANA ¿PRODUCE ADICCIÓN?

Según datos del Registro Contínuo De Pacientes En Tratamiento, de SEDRONAR, en 2005, la marijuana motivó el tratamiento del veinticinco por ciento de los dos mil tres cientos sesenta y nueve  pacientes que estaban siendo rehabilitados en cincuenta y tres centros de todo el país. Miembros de SEDRONAR destacaron : “este porcentaje tan grande desmiente los discursos habituales sobre la marijuana, que insisten en instalarla como una droga que no genera mayores daños sobre la salud. Muchas personas no pueden dejarla ni manejarla y están padeciendo las consecuencias de su consumo“.

La toxicóloga Norma Vallejo agregó : “es un mito que la marijuana no tenga toxicidad. Es una droga con sustancias psicoactivas muy potentes, que dañan al sistema nervioso central y al aparato circulatorio. El uso crónico genera pérdida de interés y de deseo, fatiga, alteraciones de humor, disminución de la capacidad de concentración y depresión del sistema inmunizador. Además, afecta a la fecundidad y aumenta las probabilidades de sufrir cánceres, enfermedades pulmonares y psicosis. Muchos aseguran que el porro es menos dañino que el tabaco y no es así. Su toxicidad es mayor, porque se fuma distinto: se retiene más en las vías respiratorias y, en el proceso de fumado, desprende más monóxido de carbono que un cigarrillo”.

La marijuana puede generar muchos daños que difieren mucho, según las personas: como dicen en la jerga, “a cada uno le pega distinto”. Pero hay algo que afecta a todos los consumidores, igual: la adicción. Esa especialista destacó : “la marijuana genera dependencia física y, sobre todo, dependencia psíquica. Como otras drogas, estimula y provoca un estado de bienestar aparente, porque actúa sobre el sistema de recompensa del cerebro, que pide más, cada vez que se estimula".

Los expertos explicaron que, en el caso de la marijuana, la adicción no está asociada, necesariamente, con la frecuencia de consumo. Tiene que ver con las particularidades de cada persona. Para darse cuenta de si hay dependencia, se observa si el consumidor tiene tolerancia (si el organismo se habituó y debe fumar más para lograr el mismo efecto), si su cotidianidad sufrió cambios (costumbres, hábitos, noción acerca del tiempo) y si hay manifestaciones que indiquen síndrome de abstinencia: “Si no puede dejar de fumar, si se pone irritable, transpira frío o no puede socializarse ni disfrutar, cuando no fuma”.


2. LOS EFECTOS MENOS CONOCIDOS DE CANNABIS


Según diversos estudios de sociedades científicas con mucho prestigio internacional, el uso persistente de marijuana provoca pérdida de memoria, reduce el rendimiento y altera las capacidades mentales. Puede producir depresión, ansiedad, psicosis y, en el peor de los casos, esquizofrenia

Los hombres conocen los poderes psicotrópicos de cannabis,  desde hace miles de años. Sus "propiedades embriagadoras", como decía Herodoto, en el siglo V, se deben, sobre todo, al delta-9-tetrahidro canabinol (THC), el canabinoideo responsable de sus efectos en el cerebro. Cuando se inhala esa sustancia, el tetra hidro canabinol llega rápidamente al cerebro, a través de la sangre. Sus efectos se sienten en pocos minutos y pueden durar hasta dos o tres horas.

Una de las consecuencias menos conocidas tiene que ver con los trastornos psíquicos. El consumo de porros multiplica por dos las probabilidades de sufrir brotes de psicosis (con más riesgo, con dosis mayores). Varios estudios coinciden en que la marijuana podría actuar como desencadenante de esos ataques, en personas con una alguna predisposición genética. El riesgo se acentúa cuando el consumo se inicia antes de los quince años.

A su vez, un informe elaborado por expertos de la Oficina de Control De Drogas, de la Casa Blanca (EEUU), advierte que los adolescentes que fuman marijuana tienen hasta un cuarenta por ciento más de riesgo de sufrir depresión, ansiedad, psicosis (alucinaciones) o algún tipo de enfermedad mental; especialmente, en el caso de las chicas. Y, aunque no se ha demostrado, en una manera estadísticamente apreciable, que pueda causar esquizofrenia, sí parece que empeora sus síntomas y agrava los ataques.

No es lo mismo usar una droga que ser adicto a ella. Muchos consumidores no se convierten en adictos. Pero ninguna droga es inocua y todas las sustancias psicoactivas generan toxicidad en el cerebro

     Pero vale medir y conocer las consecuencias. Según datos del año 2007, en nuestro país (Argentina), más que seis por ciento de la población consume, habitualmente, marijuana, una cifra que convierte a Argentina en el país con mayor consumo de América latina.


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